EL SEÑOR DE LOZANILLOS

Ideas, testimonio, humor y reflexiones para que las piedras del camino sean escalones y no obstáculos.
Para PASARLO BIEN HACIENDO EL BIEN

martes, 12 de octubre de 2010

¿Quién maneja los hilos?


Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes”. Esta frase, que merece un marco y que da inicio a la película “BELLA”, es una verdad como un templo. ¡A que sí..! Te cuento una historia que comenzó hace justamente un año; mejor dicho, empecé a enterarme de ella, hoy hace un año, aunque confieso que ese día no me di cuenta de que la Providencia volvía a llamar a mi puerta.

Era el día del Pilar y habíamos ido a pasar el fin de semana con los Roa, en León. Luis y María Jesús nos propusieron un plan: en lugar de ir a Misa a una iglesia de las habituales, iríamos al convento de las Carmelitas Descalzas, ya que una chica, una tal Edurne, tomaba hábito ese día, y era una ceremonia muy bonita.

Llegamos, aparcamos como pudimos y entraron los que pudieron, porque dentro había más gente que espacio. De modo que me quedé fuera con Álvaro, Tomás y Jaime, acompañado por Juan Carlos y su hija Esperanza. Mientras los críos jugaban en el jardín, nos pusimos a charlar. De repente, veo a una joven madre con un cochecito de bebé, que estaba en idéntica situación. La miro, me mira y... "¿pero Rafa, tú que haces aquí...?" Era Noemí, una vieja amiga de Bilbao, compañera de sentadas provida a la puerta de la Dátor a principios de los noventa, y llevábamos sin vernos un puñado de años. Nos pusimos al día. ¡Se había casado y tenía una hija! Yo, alguno más. Después de la Misa, presentaciones de hijos, risas y grandes abrazos. Nos despedimos y quedamos en estar en contacto, después del alegrón.


Los siguientes días fueron tremendos, como los anteriores, ya que estaba inmerso en plena preparación de la manifestación por la vida del 17-O. Un día, ya pasada ésta, me sonó el móvil en plena recogida descarga y descarga de materiales de la manifestación: cajas con chalecos, camisetas, cuerdas, banderas, huchas vacías... "número oculto" ¡qué rabia! Estuve a punto de no cogerlo, porque me incomodan esas "llamadas misteriosas", pero lo cogí. ¡Era mi amiga Noemí! y así, de sopetón, como si fuera del mismo Bilbao, me dijo: “...oye, ¿tú qué tal en el Foro...? es que en Radio María están buscando gente para hacer un nuevo equipo de gestión, y creo que tú sería genial para eso...”. Aquello me sonó a chino en ese momento, porque no pasaba por mi mente ningún cambio; aunque he de admitir que -no sé porqué- después de haber “cerrado” el ciclo de macro-manifas (matrimonio 18-J, educación 12-N, vida 17-O) y a falta de semanas para cumplir los 40, barruntaba que algo importante iba a cambiar muy pronto en mi vida, aunque no tenía ni idea de qué podría ser.

No le di más importancia, y aunque le dije a mi amiga –responsable del voluntariado de Radio María en Bilbao- que estaba muy a gusto en el Foro, no quise poner punto y final a aquello sin más, sobre todo sabiendo que era algo bueno, algo de la Virgen, y pensando en que igual pudiera interesar a alguna otra persona que yo conociera. Así que dejé la puerta entreabierta y al poco contactó conmigo el Padre Esteban Munilla, Director de Programación de "la radio de María" (así la llama mi hijo Tomás), con quien quedé en persona tras un intenso cruce de correos.

Fui a esa cita sin otra intención que la de ser amable y ver cómo podía, si acaso, echar una mano, pero... ¡madre mía! Se encendieron todas mis alarmas al comprobar que aquella propuesta tenía mi nombre en escrito en mayúsculas, con luminosos intermitentes, por todas partes. Y así, sin comerlo mi beberlo, me vi igual que cinco años atrás: teniendo que elegir sin haberlo buscado entre dos opciones: una buena y otra mejor. Hablé con Lola, recé -rezamos- y tomamos finalmente la decisión de aceptar la oferta, después de haber hablado con Benigno delante de un par de cañas, quien había tenido la comprensión y delicadeza de escucharme y aconsejarme como amigo antes que como jefe, poniendo por encima los intereses de su amigo que los del Foro.




Hoy hace un año del día en que la Reina de la Familia, Nuestra Señora de la Radio, volvió a intervenir en mi vida; curiosamente, en un día en la celebramos a Ella, recordando su aparición en carne mortal al apóstol Santiago, el hermano de Juan, allá por el año cuarenta, en Zaragoza.

La Virgen, Zaragoza, la Familia, El Pilar, las Carmelitas, Noemí, Medjugorje... uff, no lo había pensado hasta ahora, pero mirándolo con un poco de perspectiva, me digo... ¡cuánta "DIOSIDENCIA"!

Me encuentro con NOEMÍ en la toma de hábito de una CARMELITA amiga suya, el día del PILAR, mientras estoy en León con los Roa, a los que conozco en MEDJUGORJE, con los que nos une el amor a la VIRGEN y la pasión por la FAMILIA. Desde pequeño fui casi cada año a ZARAGOZA, donde vive mi tía CARMELITA, donde siempre iba a visitar a la VIRGEN al PILAR con toda mi FAMILIA. Revisando agenda, resulta que el último día que había visto a NOEMÍ había sido en ZARAGOZA, en la plaza del PILAR, el 22 de mayo de 2005, durante la consagración de España a su Inmaculado Corazón, día en el que había viajado con la intención de encomendar a la VIRGEN DEL PILAR la manifestación por la FAMILIA. Aquel día, NOEMÍ estaba allí con la gente de RADIO MARÍA.

Si esto nos pasa ahora, me pregunto cómo nos reiremos al llegar al Cielo y comprobar cómo han movido los hilos desde allí durante nuestra vida para ayudarnos a llegar a la Meta Celestial.