EL SEÑOR DE LOZANILLOS

Ideas, testimonio, humor y reflexiones para que las piedras del camino sean escalones y no obstáculos.
Para PASARLO BIEN HACIENDO EL BIEN

lunes, 20 de septiembre de 2010

Prácticas de "Itañol"

La organización para la que trabajo tiene 65 sedes en 54 países de los cinco continentes. La oficina central está en Varese, cerca de Milán, y hace poco me tocó visitarla para una "puesta a punto corporativa". Fue una intensísima sesión de un día y medio, en la que me tocó escuchar y asimilar con el oído, la cabeza, las tripas... me sentí Bob Esponja.


Mi homónimo y anfitrión italiano es un romano con ascendencia germana, al que conocí por teléfono horas antes de arribar al aeropuerto de Malpensa. Me recibió en la sala de llegadas con uno de esos tristes cartelitos con los que nunca imaginas que un día te van a recibir a ti.

Quienes me conocen saben que me gusta jugar con la fisonomía y hacer "mezclas virtuales" con el photoshop que hay en mi cabeza. Pues bien: Wally -llamaremos así a mi anfitrión- además de ser un encantador romano, es un cruce entre el presidente Zapatero y Carles Sans, de Tricicle.


Además de dejarme llevar por mi traicionera imaginación, viendo ambos personajes mientras hablaba con él, noté algo raro en su acento: y es que pgonunciaba la egge en lugar de la erre.

El encuentro de esa tarde, la cena de esa noche y la jornada casi entera del día siguiente fue en inglés. Pero en la segunda copa de vino de la cena del segundo día, el ímpetu latino de los dos nos llevó a tomar la decisión de que una lengua anglosajona no debería ser el vehículo de comunicación de dos latinos como nosotros. Así que decidimos, o más bien, nos arrancamos de forma muy natural a practicar el ITAÑOL; es decir, chapurrear algo entre el italiano y el español, donde el leguaje no verbal tomó mayor relevancia de lo habitual.

Lo cierto es que ambos estuvimos más a gusto así; la riquísima pasta milanesa, el buen vino y una agradable compañía se encargaron de que nuestras lenguas de trapo -y su puñetegga egge en lugagg de la egge- no fueran obstáculo para entender todo, todo, absolutamente todo lo que decía el otro. O no.

Porque en un momento dado, en pleno postre, mientras la conversación había ya viajado desde Roma hasta Palermo, el bueno de Wally espeta una frase ininteligible de la que sólo creo entender el final: "...Bogg.Bonni..." Y entonces pienso... "...¿qué tendrá que ver Bugs Bunny, el conejo de la suerte de Warner Bros. con Sicilia?..." Así que le digo, como quien ha entendido perfectamente: "...¡Ah, si, Bogg-bonni... el conejo...! Y mirándome extrañado replica... "...¡no, no... Boggbonni... los ggueyes..."

¡Los Borbones -Borboni en italiano- se refería a los Borbones y si historia en Sicilia...! No lo podía creer: me entró tal ataque de risa contenida que tuve que morderme los mofletes por dentro para que no se me notara.

Lo que soñé esa noche... en fin: estaban Tricicle, los Reyes, la mafia, Zapatero, Bugs Bunny y cómo no, ¡mi amigo Wally!