(...) es decir, que el Adviento significa la presencia comenzada de Dios mismo. Por eso, nos recuerda dos cosas:
Que la presencia de Dios en el mundo ya ha comenzado, y que Él ya está presente de una manera oculta.
Que esa presencia de Dios que acaba de comenzar, aún no es total, sino que está en proceso de crecimiento y maduración (...)
Que la presencia de Dios en el mundo ya ha comenzado, y que Él ya está presente de una manera oculta.
Que esa presencia de Dios que acaba de comenzar, aún no es total, sino que está en proceso de crecimiento y maduración (...)
Son palabras del entonces Cardenal Joseph Ratzinger. Lee AQUÍ el texto entero; merece la pena.
Mientras, te comparto un práctico regalo que acabo de recibir, para poder vivir un feliz Adviento:
Para imprimir y poner en un lugar visible... |
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