Cuentan -lo cuenta un obispo de los majos- que hace un tiempo, ciertos miembros de cierta Conferencia Episcopal norteamericana, creyeron haber inventado la rueda:
"...¡ya lo tengo: lo que hay que hacer es evangelizar a través de los medios de comunicación!..."
Así que se pusieron en marcha: encargaron un plan estratégico a unos expertos estrategas, un plan financiero a unos expertos analistas y a por ello. Una vez definido el terreno, encargaron la contratación de los mejores profesionales a unos expertos consultores, y lanzaron el producto al mercado.
"...¡No puede fallar!... -se dijeron- ...porque hemos puesto a los mejores al frente de este, nuestro proyecto!..."
Pues vaya, si falló. Fue un fracaso estrepitoso, aunque desde el punto de vista empresarial, todo había sido perfectamente calculado, proyectado y ejecutado.
Sin embargo -siguió contado aquel obispo de los majos- en el mismo país donde aquello sucedió, una monja de clausura que no sabía lo que era una tabla excel fundó la mayor cadena de televisión con contenidos exclusivamente religiosos que existe hoy. Y unos cuantos miles de kilómetros al este de aquel país, una vez cruzado el charco, un empresario italiano fundó la mayor cadena de radio católica que existe hoy.
¿Cuál fue el secreto de esa monja? ¿Cuál el de aquel tipo italiano? Muy sencillo: el CARISMA.
Y es que -terminó el obispo majo- muchas veces, por no decir casi siempre, nos empeñamos en hacer NUESTROS PLANES para cambiar el mundo, y luego se lo ponemos a Dios para que Él los bendiga.
Pero el carisma es otra cosa: viene directamente del Espíritu Santo, que lo pone en tu corazón cuando tienes abiertos los oídos del alma para escuchar la voz del Padre, que te dice: "QUIERO QUE HAGAS ESTO".
A la monjita le pidió una Televisión: y se hizo la EWTN.
Al italiano le pidió una Radio: y se hizo Radio María.
Cuando la Virgen María es quien lleva el timón y el Espíritu Santo quien sopla, inexorablemente el velero avanza. De nosotros, sólo hace falta una cosa: ser fieles al Carisma y hacer las cosas todo lo bien que sepamos.
Y no hace falta hoja excel...
2 comentarios:
¡Ya, seguro! Una tele católica hecha por una monja de clausura...y ahora dirás que funciona...
El señor de las mellizas
Mi primera incursión en internet ha sido para visitaros y estoy totalmente de acuerdo porque tal y como está nuestra sociedad cambiaría la frasecilla 2esto no lo arregla ni Dios2 por "esto solo lo arregla Dios" y tenemos que estar atentos a lo que nos dice.
Un besazo familia
María Jesus
Publicar un comentario